SAN JUAN - ARGENTINA

La primera vez que montó un caballo fue a los dos años y, en ese momento, Pilar Agliozzo descubrió su amor por la equitación. Aquel hallazgo fue gracias a su abuelo, que desde pequeña, la llevaba a la finca para ver sus caballos.

 

Actualmente, la niña de 10 años se encuentra primera en los 90 centímetros y en un metro, ocupa el tercer lugar en la zona de clasificación para el Federal, que se disputará en Olavarría. Torneo en el que se consagró campeona argentina, el año pasado en Mendoza. En esta competencia, se enfrentan los diez mejores jinetes del país. Como no puede ser de otra manera, en el local no se queda atrás y ocupa el primer lugar en los 90 centímetros del Sanjuanino. El mismo consiste en un todos contra todos entre los chicos del Jockey Club.

 

Proveniente de los Turcumán , una familia que siempre estuvo ligada a este deporte, muestra que la pasión por la equitación la lleva en su sangre. En sus primeras caídas, su mamá le sugirió que practicara otros deportes, por lo que probó con el hockey sobre césped y la danza. Sin embargo, no fueron de su agrado. Esto reafirmó aún más su amor por los caballos y, a partir de ese momento, el apoyo de su familia fue incondicional.

 

Con su compañera Burbuja vuelan sobre los obstáculos y van ganando competencias. Se suspenden en el aire y demuestran ser una pareja perfecta, algo que también deja a la vista ese vínculo particular que crearon. "Me encanta conversar con Burbuja, creo que me escucha y entiende todo lo que le digo. Cuando terminamos de entrenar le hablo, le doy una manzana o una golosina y, por más que no conteste, se hace entender. “Eso me gusta mucho”, confiesa la niña.

 

La compenetración que logran se debe al trabajo y al esfuerzo de todo los días. La Yegua tiene una rutina que abarca galopar, caminar y hacer ejercicios de retome. Lo que ayuda a que el animal se ponga más fuerte. Por su parte, Pilar busca el equilibrio perfecto para aumentar su confianza. Empieza con un calentamiento arriba del caballo, flexionando las piernas como un sube y baja sobre la montura, con estos movimientos precompetitivos se intenta evitar algún tipo de lesión. “Otra cosa que es importante antes de empezar a ejercitarse, es el uso del casco. Sin casco te matas”, asegura mientras mira a sus colegas saltar.

 

Por otro lado, a la pequeña jinete le gusta estudiar y le va muy bien en la escuela. Espera con ansias la salida del colegio para ir al Jockey Club San Juan. Como así también posterga cumpleaños u otras actividades para hacer lo que más le gusta, montar un caballo.