SAN JUAN - ARGENTINA

Con la intensión de acceder a quienes no tienen la posibilidad de leerla, Cuna Deportiva llegó hasta Casa SAHNI. Si bien el motivo era concretar la misión, felizmente, el plan de acercamiento se convirtió en el descubrimiento de un saludable estilo de vida.  

 

Tras recorrer la vivienda que habitan transitoriamente familias de bajos recursos, provenientes de zonas alejadas y con chiquitos derivados al Hospital de Niños, conocimos el accionar del voluntariado y con él quedamos inspirados. Es que con cinco integrantes en el staff permanente, el mantenimiento y funcionamiento del refugio sería imposible, sin la colaboración de los voluntarios que, sin nada a cambio, regalan su tiempo a quienes más lo necesitan.

 

Bajo el slogan “un sueño hecho realidad”, la casa que también resguarda a mujeres con embarazos de riesgo oriundas de lugares retirados respira gracias sus colaboradores, pues ellos son el pulmón del refugio. En turnos rotativos y durante tres horas, ayudan en los quehaceres domésticos y brindan contención.

 

Educar, desde el respeto, y proponer hábitos saludables a quiénes no tuvieron la oportunidad de recibir una adecuada formación es tarea de los voluntarios que, invadidos por un espíritu de participación, se comprometen con una causa justa.

 

 Y si la idea que nos impulsó a cruzar el umbral, para repartir revistas y mostrarle el universo deportivo a los niños del lugar, era motivadora; el  ejemplo de los voluntarios lo fue mucho más y nos enseñó que siempre se puede ser mejor. Con la solidaridad -no como virtud- sino como conducta, son dignos de admiración.   

La unión hace la fuerza y la solidaridad propone el cambio.