SAN JUAN - ARGENTINA

Desde que nació, Javier Pagano afronta una dificultad importante: La falta de audición en su oído derecho, que no sólo influye a su comunicación con el resto mundo sino también a su condición física, pues su equilibrio es directamente afectado. Sin embargo sobre su bici de BMX, todos los miedos desaparecen y la pasión extrema que él mismo llama enciende sus deseos de superación.

 

“Me gustaría ser campeón argentino de BMX en Supercross”, cuenta el pibe de quince años. Es que el admirador de Gonzalo ‘Chalo’ Molina -referente nacional en la disciplina-, no desperdicia sus ilusiones con pequeñeces y apunta bien alto. “Quiero que los periodistas me entrevisten”, confiesa sin ataduras.

 

Si bien Javito -como lo llaman sus compañeros-, en apariencia, ostenta de buena salud, tiene un gran reto por delante y hace todo lo posible para que ello no se note. “Se esfuerza al máximo siempre”, explica  su entrenador Juan Manuel Solera.

 

El oído interno contiene canales conectados con un nervio en el cráneo que ayudan a interpretar la posición del cuerpo y, consecuentemente, a mantener el equilibrio. Cuando el funcionamiento del sistema auditivo es incorrecto, el manejo de las habilidades físicas se complica. Es por ello que el desafío arriba de una bicicleta es aún mayor.

 

Pese a su lucha, Javi desarrolla su vida con total normalidad. “Por supuesto que la atención y la preocupación siempre está en nosotros, pero lo vamos llevando”, comenta su papá Javier y asegura que su mamá Silvana es quien siempre está más nerviosa, cada vez que compite en carreras.

 

Hace tres años que descubrió su amor por la bici, a la que describe como su gran amiga, su fiel compañera. Él mismo reconoce cuidarla como a nadie: “La limpio con blem antes y después de entrenar, porque me gusta que esté cien por ciento linda”. Sin embargo, el carismático y peculiar protagonista tiene otras pasiones en su vida.

 

Además de la play, disfruta de la buena música: El rock nacional. Miguel Mateos y Soda Stereo son sus preferidos. También los autos clásicos Ford, Chevrolet y Chevy son parte de sus gustos fierreros, lo mismo que los motores y la electrónica. “En casa le decimos ‘Javito El Antiguo’”, cuenta su papá entre risas.    

 

Displicente, simpático y bromista, el amante de lo retro descubrió todo un mundo en dos ruedas, entre lomas y saltos y aspira a ser el mejor de todos, aunque ya encontró el tesoro que buscaba: La bici y nuevos amigos.  

 

 

Si bien el BMX lo cautivó, el protagonista es una apasionado por los fierros y los autos.